18 de febrero de 2008
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Una mujer y un hombre se conocen en una mesa de un bar y empiezan una charla que hará que sus días se modifiquen para siempre. Pasarán por los avatares de la vida y volverán cada vez a aquella mesa del bar a empezar desde otro lugar, dejando postales del camino que recorren... Y en el medio la lluvia. La que vuelve todo gris, la que refresca, la que libera, la que acompaña en la ilusión y en el llanto, la que se parece a la lluvia de un lejano pero querido Dublín…
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